Del 1 al 14 de Julio tendremos la oportunidad de disfrutar de la Mostra Internacional de Cinema de Dones de Barcelona en Filmin. Otro festival que se presenta online debido a las circunstancias y por supuesto, no podemos faltar a este interesantísimo y necesario festival.
No he podido resistir a inaugurar el festival con una documentalista que descubrí cuando empecé la carrera, hace más de 10 años. Estaba obsesionado con todo el audiovisual colombiano pero nunca pude conseguir todas sus películas. Gracias a esta edición de La Mostra puedo disfrutar de una pionera en el documental y una de las cineastas más importantes de Latinoamérica, la colombiana Martha Rodríguez.
Marta Rodríguez nos ofrece un retrato muy duro, crudo y triste de los y las sin voz en Colombia: el campesinado, las comunidades indígenas, la clase trabajadora y las mujeres. La cineasta dirigió la mayoría de documentales con su compañero Jorge Silva. El compromiso social hace de sus obras unos documentos históricos imprescindibles para entender los problemas de Colombia. La documentalista se nutre claramente del neorrealismo y muestra historias e imágenes muy duras. En “Chircales” (1972) nos muestra las condiciones tan tremendas de los y las trabajadoras a las afueras de Bogotá que fabrican, muy artesanalmente, ladrillos. Familias enteras, mal pagadas y con consecuencias para la salud. Refleja también la influencia social de la religión y los caminos marcados socialmente (en especial religiosos) aunque no tengas ni para comer. Con “Campesinos” (1975) entramos en la base del problema del conflicto colombiano: la tierra y la propiedad de la misma. Los y las sin voz hablan de sus condiciones en el campo, de sus luchas contra los grandes terratenientes y de sus intentos de luchas y de unidad. Por el mismo camino está “Nuestra voz de tierra, memoria y futuro” (1982) aunque éste hace un recorrido más histórico 
desde la colonia española, la construcción de Colombia como país de terratenientes y oligarcas, descendientes de los colonizadores, y la potente influencia de la iglesia católica. Los mitos y leyendas ancestrales se mezclan con la religión y vinculan el mal (“el diablo”, la extrema derecha y sus símbolos) con quienes están con el poder. Tremenda la referencia a la visita del Papa Pablo VI predicando que “la pobreza es un paso más cerca al cielo y que no es de buen católico la rebelión contra” la injusticia y la pobreza. Interesante y duro recorrido histórico lleno de intentos de lucha por todas las vías.
Como mujer, Rodríguez refleja también los aspectos de género. “Nacer de nuevo” (1987) da voz a una anciana que sobrevivió al desastre natural del Nevado del Ruiz en 1985. Muestra el abandono de las víctimas y la magnitud del 
desastre. Sin embargo, la protagonista es una mujer llena de sueños y esperanza pese a la situación y la edad. Trabajadora y en muchos casos divertida, una característica del pueblo colombiano que más ha sufrido la injusticia. Divertido el guiño hecho a Fidel Castro por parte de esta mujer. Con “Amor, mujeres y flores” (1988) el foco es la mujer y su trabajo en las empresas exportadoras de flores de la Sabana de Bogotá. Regresamos a las condiciones de explotación y la desprotección de los y las trabajadoras en este sector. Las flores son fumigadas junto con quienes las trabajan provocando graves enfermedades. Las flores son las más cotizadas en Europa a costa de la salud. Lo más interesante del documental son los perfiles de mujeres que hablan en primera persona de su doble trabajo y explotación, en las flores y en su casa. Emocionante la lucha llevada a cabo por estas trabajadoras humildes y luchadoras que llegan a paralizar la empresa y tomar el control. Sin embargo, el Estado colombiano siempre ha estado con los poderosos.
Consulta todo el programa: https://www.mostrafilmsdones.cat/
