Dirigido por: Miguel Ángel Jiménez
Protagonizado por: Emma Suárez, Gaizka Ugarte y Akilas Karazisis.
Un instante de felicidad puede ser suficiente, aunque sea al final de la vida. Esta podría ser perfectamente la premisa de Una venta al mar, de Miguel Ángel Jiménez. Protagonizada por Emma Suárez, la película nos cuenta la historia de María, una mujer a la que detectan una enfermedad terminal, lo que la lleva a decidir cómo vivir sus últimos días de vida.
Tener a Emma Suárez como protagonista es todo un lujo, no hace falta mucho más, solo ella, la cámara y su interpretación harán que nos metamos directamente en la piel de María. A través de pinceladas sobre la vida monótona que lleva en Bilbao, su enfermedad y su trabajo, la película nos va guiando poco a poco hacia la decisión final de la protagonista, que no es más que el resultado de un momento de valentía. Al fin y al cabo, llegar a tener la vida soñada solo está al alcance de los que se atreven.
María y sus amigas se embarcan en un viaje de vacaciones a Grecia. Es un viaje soñado, esperado y marcará el punto de inflexión para nuestra protagonista. Tres mujeres que hablan sobre sus vidas, sobre sexo, sus relaciones, sus miedos y 
sueños. Tres cuerpos que se muestran sin complejos, con naturalidad y delicadeza, bañados por las aguas tranquilas del mar Egeo.
Pero este viaje no es un viaje cualquiera, es un viaje en busca de aquello que se perdió quién sabe dónde y en qué momento de la vida. Es la búsqueda de un sentido, de una sensación, de la belleza, del amor, es derrotar al miedo. La dirección de Jiménez acentúa esta búsqueda, no solo mostrando la Grecia de postal, sino también su lado más sencillo, más humano. Stefanos es precisamente la encarnación de ello y despierta en María un deseo que parecía dormido.
Por otro lado, desde Bilbao, María no deja de recibir llamadas de su hijo, peticiones de que entre en razón y vuelva para seguir con su tratamiento. María no es la única que encontrará algo al final del camino, también lo hará su hijo, y será lo que los una para siempre.
Miguel Ángel Jiménez y Luis Moya, co-guionista de la película, nos hablan del amor y de la vida, que está inexorablemente ligada a la muerte. Una ventana al mar es un melodrama que evita los lugares comunes, que destila belleza y valentía en cada encuadre, en su fotografía, en su mirada sobre la enfermedad y la muerte, pero, sobre todo, que nos habla de esperanza y libertad.
