Zenet viene a Barcelona de la mano de La Volcán Música y lo hace con su nuevo disco “La Guapería” el próximo 8 de julio en el Parc del Forum.
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Bazar Show Magazine, ha tenido la oportunidad y el honor de poder hablar con él y con ello explicarnos un poco su nuevo disco y de paso, conocer a Zenet.
Háblanos de La Guapería y de cómo ha ido surgiendo.
Bueno pues, La Guapería que ya, llamarlo nuevo disco va siendo una cosa extraña igual que todas estas circunstancias, porque los tres meses de confinamiento hubieran sido los tres meses de llevar a este disco por el mundo. Nos han tumbado la gira por México que hicimos una presentación cuando fuimos a recoger el Premio Cubadisco al mejor disco internacional, aprovechamos ese viaje para hacer una presentación, con muchísimo éxito, y gracias a ese éxito que tuvimos en México acabamos recogiendo un poco las semillas que habíamos dejado allí y estábamos recogiendo lo que había florecido para hacer esta gira que era en Mayo porque había gustado mucho y entonces nos esperaban en otras ciudades de allá, también en Colombia. Evidentemente las circunstancias están tan mal que no se ha podido hacer. De hecho, este disco hubiera rotado y hubiera hecho su gira de primavera y verano por toda España compartiendo cartel con gente a la que admiro mucho como, Herbie Hancock o Javier Ruibal.
La Guapería no es un disco que saliera así de pronto. Es un disco en el que yo estuve mucho tiempo pensándomelo porque normalmente soy un chico de canciones originales y tengo algunos seguidores que siempre dijeron que no me vendría bien hacer un disco de versiones que lo hace todo el mundo y yo tampoco me lo tomé como un disco de versiones, me lo tomé como una especie de maestría, sabes eso que dicen de que, una pieza maestra, cuando la haces se llama así porque te obliga a poner lo mejor de ti y ejecutarla, no sólo ejecutarla si no poder aportar algo. Para no cagarla, tienes que hacer algo nuevo con ella o mejor no la toques. El caso es que estoy rodeado de músicos maravillosos, algunos de ellos cubanos, como es el caso del maestro Pepe Rivero o Manuel Machado. Y fue su ayuda y su ánimo que me ayudó a tomármelo de esta manera. Es decir, que ellos me decían que podía llevar perfectamente a mi terreno y aportar un granito de arena a la música cubana. A partir de allí, empezamos a juguetear un poco primero con el acercamiento al repertorio, entonces les pedí tanto a Rivero como a Machado que ellos me pasaran una playlist que ellos habían escuchado desde su infancia y también pedí la colaboración de una gran coleccionista de música privada, Alejandra Fierro, propietaria de la colección más grande de música latina. Y ese fue mi segundo paso, empezar a buscar, por lo tanto, imagínate. Yo, durante un año estuve aprendiendo y añadiendo, añadiendo, añadiendo… Cuando ya estaba enterrado en boleros, entonces tuve que hacer el trabajo a la inversa, es decir empezar a desquitar y desquitar y a quedarme únicamente con aquellas piezas que a mí me habían influido especialmente.
Todo este proceso fue poco a poco, muy supervisado por estos maravillosos músicos y ellos me llevaron de la mano. A partir de allí, yo fui comparando con ellos mi playlist y curiosamente, no he podido evitar repetir algún autor como por ejemplo Bola de Nieve.
Eres todo un galante en lo alto del escenario, ¿interpretas o eres tú mismo?
Hay un poco de todo. Es verdad que como dicen los actores que siempre pones algo de ti en el personaje, pero también es verdad que yo utilizo ese personaje, ese tipo con sombrero, lo utilizo un poco para volcar sobre él, vivencias que a veces son mías y a veces no, pero las hago mías. Es decir, que es una excusa de alguna forma para poder vivir las historias de otros. Como decía el gran maestro Vittorio Gassman todos tenemos un cura dentro, un asesino dentro… y es verdad que todo hombre lleva una mujer dentro y toda mujer, un hombre.
Por otra parte también me gusta mantener el misterio de saber si esa historia es biográfica o no.
Showman, bailarín, actor, músico, artista en las artes plásticas, docente… ¿Te queda algo por realizar que desees y que aún sea sólo un pensamiento?
Sí, por supuesto, muchísimas cosas. No se para de aprender y no se para de proyectar e idear, la mente está siempre despierta y eso forma parte de la esencia de la vida.
Hay un proyecto maravilloso que es musical en el que yo sería el único personaje e interactuaría con figuras que están pregrabadas en una pantalla, es una fórmula que la han hecho otros pero que está evolucionando mucho a nivel técnico, para poder hacerla en el teatro, de tal manera estoy trabajando un guión con un cineasta al que conozco desde hace muchísimo tiempo que es Juan Estelrich, con el que hace años tuve la oportunidad de hacer un papel en una de sus películas que se llamaba, Pintadas.
Después también, conversaciones con una productora teatral y quiero que sea con las productoras que yo más admiro y comparando agendas para ver si podemos meternos en esa historia. Pero igual que eso, siempre ando haciendo varias cosas a la vez. En el confinamiento he sacado una producción pictórica muy interesante con dos estilos diferentes. Una, es una línea más constructivista, más hecha con técnica mixta, con distintos materiales, pero figurativa y otra que tiende más al realismo, son marinas, siempre la imagen del mar en la cabeza, de tal manera que tengo un poco las dos variables.
Personalmente soy muy fan de los boleros y de esas canciones que gritan desamor, pero… ¿Zenet cree en el amor?
Sí claro, no sólo en el amor, si no que en mis canciones se puede apreciar que el amor a veces sirve como excusa para hablar de la condición humana. Yo creo que el amor es un espejo en el que todos nos podemos mirar y como tú amas, es como tú eres.
Si te dieran la oportunidad de cenar con un personaje histórico ¿a quién elegirías?
¡Wow! Me interesan mucho los pensadores, Alfred yung me parece muy interesante, pero en cuanto a artistas, Caravaggio o Leonardo da Vinci, pero con cualquiera de los clásicos hubiera estado encantado de sentarme a tomar un café con ellos.
Si pudieras tener un súper poder, ¿cuál sería?
¡Qué bueno! Mira, hay un súper poder con el que yo soñaba de pequeño que es, la asimilación. El poder asimilar de cada persona lo que mejor saben hacer, ir absorbiendo un poco de todos ellos, imagínate al mejor pianista, al mejor pensador… entonces que creo que me daría tiempo a saber muchas más cosas de las que me va a dar tiempo de saber en una sola vida.
A veces tengo la sensación de que son tantos los libros que me quedan por leer, tantas las poesías que me quedan por escribir, tantas personas maravillosas que me quedan por conocer, que se que existen y no me da matemáticamente tiempo de conocer, que quizás con este poder de asimilación podría llegar a algo parecido ¿no?
¿A que le teme Zenet?
Le temo a una enfermedad larga e incurable que me impidiera hacer todo lo que me apetece, eso sería un temor grande y exceptuando ese temor grande, no tengo más grandes temores. De momento no me preocupa la muerte, alomejor, sí que me preocupará dentro de veinte años. Pero todo lo que me impida hacer lo que me gusta, es un temor.
Tu frase favorita es…
No tengas miedo, o todo lo que hace un hombre tiene su eco en la humanidad o en la prosperidad.
¿Qué es lo mejor y lo peor que te ha pasado en lo alto de un escenario?
Lo mejor que me ha ocurrido ha sido cuando ocurre el milagro de la música, este milagro se consigue cuando las personas que te están viendo dejan de pensar y sienten ese aire vibrando y consigue que a alguien se le salten las lágrimas.
Y lo peor… bueno, estar enfermo y estar cantando enfermo, haciendo todo el esfuerzo posible para llegar al final del concierto
Para finalizar… defínete en una palabra.
Soy un buscador.
Es bien cierto que Zenet es un buscador, pero es un buscador con carisma y elegancia, con talante y maneras, con sed y hambre de seguir aprendiendo y sobre todo… muy humanitario y con grandes pensamientos.
Desde aquí les deseamos muchos éxitos a él y a su maravillosa banda.