En estos tiempos de Pandemia e incertidumbre, La Mostra Fire de Barcelona, un referente dentro de los festivales LGBTIQ+, no nos dejó sin la edición del año más raro, el 2020. Es cierto que no la disfrutamos como cada año en el Institut Francés de la ciudad Condal y tampoco fue en pleno verano, pero tuvimos la oportunidad de no perdernos este siempre interesante Festival en Filmin. La particular noche de inauguración arrancó con «C’est ça l’amour» de Claire Burger. Un drama familiar que nos muestra el descubrir y primer paso de madurez de una adolescente en una familia que busca su forma de estar junta y demostrar su amor. La historia la vemos desde el protagonismo de su padre, que busca por todos los medios recuperar a su mujer y mantener el amor de sus hijas pero en especial, encontrarse a sí mismo. Es una película tierna, bastante adaptada, puede ser, a las familias reales y al camino que buscan dentro de la disfuncionalidad. Quizás no es precisamente una película que podríamos denominar LGBTIQ pero la temática es importante. Muy recomendable para recordar momentos de adolescencia y la búsqueda continua de nuestros caminos, en varias etapas de la vida.
La Mostra de este año rinde homenaje a uno de los directores fetiche del Festival, el argentino Marco Berger. En Fire At Home en Filmin podemos ver algunos de sus clásicos, que ya pasaron por Fire en ediciones pasadas, como “Un Rubio” o “Taekwondo”. Pero, quienes seguimos cada año este festival y conocemos casi toda la filmografía del director argentino, teníamos ganas de ver su última obra, “El Cazador”. De nuevo nos encontramos con una película de la marca de Berger y por tanto del Fire, cuerpos masculinos, intriga en las relaciones personales y amorosas, sensualidad e historias naturales y realistas para un perfil concreto de hombres gays. Sin duda, las películas de Berger llenaban las salas en pleno festival durante el calor de Barcelona y eso hacía subir la temperatura, a lo que Berger ayudaba con muchas de las escenas. En este caso, no se pierde la esencia de su filmografía pero juega más con la intriga, llegando a inquietar un poco. En este caso, el director da un paso más y trata un tema delicado que afecta a la intimidad en nuestra sociedad de las redes sociales e internet, incluso donde se denuncian mafias. Un tema delicado pero tratado con respeto, transmitiendo las dudas, los miedos y los momentos frágiles de las víctimas, que bajan la media de edad en comparación con sus anteriores largometrajes.
«Que se haga la luz» de Marko Skop es una impresionante, escalofriante y dura película sobre algo que tenemos en Europa, el crecimiento de los neo-fascismos en la profunda Europa pobre y excluida. Magistrales interpretaciones y toda una apertura de ojos para quienes desde Europa miramos a países del hemisferio sur con prepotencia, cuando hablamos de sus sociedades, religión e intolerancia. Es una película imprescindible para alertarnos de lo que poco a poco, sin darnos cuenta, va creciendo y pone en riesgo nuestras libertades y derechos conseguidos. Se empieza atacando a los migrantes y a la comunidad LGBTIQ pero luego vienen los ataques a los derechos y libertades de todos y todas. Gran elección de La Mostra 2020.
Otra de las películas a resaltar sería “Los fuertes” de Omar Zúñiga Hidalgo, aunque no es una gran obra maestra, sí trata con sencillez y naturalidad la relación de dos hombres que se conocen en una ciudad pequeña de Chile. Cada uno enfrenta los miedos propios y sus búsquedas personales, mientras descubren lo que van sintiendo por el otro. Ciertamente, se caen en algunos tópicos o situaciones simplificadas y quizás algunas situaciones poco creíbles en el interior de Chile, pero quizás nuestro desconocimiento y mirada desde Europa nos cega demasiado. Resaltar la buena fotografía y la maravilla de los paisajes.
“Rialto” de Peter Mackie Burns es una conmovedora película sobre la crisis de la mediana edad y de lo que se ha esperado hasta ahora de un hombre y padre familia, que por suerte está cambiando. Es un drama de cómo hacer bien o mejor la vida propia y la de quienes te rodean, aunque tus errores, unos tras otros, hacen difícil el camino y afectan a los demás. Ciertamente, es un reflejo del difícil y doloroso camino personal, y si añadimos también esa aceptación tardía de la orientación sexual. Película dura pero muy recomendable.
«El hombre nuevo» de Aldo Garay es un conmovedor e impresionante documental sobre el retrato de Estefania, una mujer trans de origen guatemalteco que vive en Uruguay. Su vida en el país sudamericano es completamente diferente a la que dejó en su país de nacimiento. Ella regresa tras más de 30 años fuera y su familia, vecinos y algunos amigos “lo” recordaban como Roberto y cómo el joven militante sandinista. Tanto Estefania como los suyos en Nicaragua deben enfrentarse a los cambios. Perfiles como el suyo muestran lo mejor y lo peor de la humanidad, pero desde luego, nos da a conocer una persona muy valiente y una historia digna de contar.
«Vento Seco» de Daniel Nolasco era una de las más esperadas tras la buena recepción que tuvo en la última edición de la Berlinale. Interesante película brasileña que rompe con prototipos de masculinidades al mostrar otros cuerpos (aunque algunos sí muy normativos). Película muy explícita e influenciada por el cine de los 70-80 a nivel estético y algunos movimientos sociales. La historia es un poco típica/tópica pero al mostrar fantasías del protagonista y momentos amenos, la hace muy entretenida. En la Berlinale, el director y el equipo hicieron una declaración de intenciones políticas con respecto a cómo hicieron la película: en una zona donde votan masivamente a Bolsonaro y mintieron piadosamente para sacarla adelante.
“Música para morir de amor” de Rafael Gomes es un película que se queda de camino entre la comedia, el videoclip, telenovela y drama. Parte de una idea que podría haber sido interesante y pese a tener momentos divertidos y algunas situaciones realistas, no se le saca el jugo necesario para que transmita más verdad.
Cortometrajes:
Siempre soy de los que piensa que en festivales debemos ver todos los cortometrajes. Ahora bien, señalo mis favoritos: «Dirty» de Matthew Puccini muestra la ternura y miedos de las primeras experiencias sexuales. «Isha» de Christopher Manning nos expone los dilemas y las dobles vidas de personas que, por múltiples razones, han de mantener vidas diferentes con la familia y con el resto del mundo. «Ayaneh» de Nicolas Greinacher nos muestra con ternura, realismo y dureza el despertar de una refugiada que decide vivir su vida en un país de acogida pese a ir en contra de la tradición familiar. En el mismo sentido, más o menos, va «A donde quieras» de Mariano Álvarez pero la carga la trae el contexto rural de la Argentina profunda. «XY» de Anna Karín Lárusdóttir es el delicioso, duro y realista cortometraje de un tema que sigue siendo necesario mostrar, la intersexualidad. «Zapatos de Tacón Cubano» de Julio Mas Alcaraz la tierna historia de jóvenes gitanos que buscan su lugar en el mundo pero deben enfrentarse a todas las dificultades que les trae vivir en barrios marginales y complicados de la España invisible. «Leah se pronuncia Lía» de Federico Calabuig conmovedora y emocionante historia mediante un mensaje de voz.