Vi la primera exposición de Aidil Daniela en la “antigua normalidad”, estábamos en un bar mexicano de Kreuzberg en Berlín. La artista mexicana me enseñó más de su país con sus pinturas y yo probaba mi primera michelada. Esta vez, ella desde mi Barcelona y yo desde Berlín y una pantalla de por medio. Ya desde el verano seguía muchas de las fotos que formaban parte de esta exposición porque incluía muchas chicas que conocíamos, tanto Daniela como yo, y una amiga muy especial. Pensé que tener otra charla con esta artistaza, afincada en la ciudad Condal, sería la mejor forma de disfrutar (de momento a distancia) de la exposición de fotografías y pinturas “Tribu. Mujeres libres y unidas” de Aidil Daniela y Pao Color en el local El Tigre Barcelona.
¿Por qué “Tribu. Mujeres libres y unidas”?
El nombre surgió al final curiosamente, como un final de todo el proceso. Ya venía trabajando en el proyecto antes del confinamiento. Yo tenía en mente mezclar mi forma de trabajar, una pintura muy libre y sin líneas definidas, con el cuerpo humano. Primero hice unas fusiones de fotos y mis cuadros y tuvo éxito en mi instagram y lo llamé “fusión”. Sin embargo, me quedé con la sensación de querer hacer más y hacer esa fusión en vivo. Cuando ya podíamos reunirnos hasta quince personas, pensé que era el momento. Reuní a doce chicas y fue un momento muy especial. Ese mismo día que hicimos las pinturas con las chicas, en un momento ví toda la escena como si fuésemos una tribu. Ahí sentí que ese era el nombre que tenía que ser.
¿Cómo hiciste y cómo fue ese encuentro creativo?
Fue muy fluido y se sentía una sonoridad increíble. Íbamos haciendo y aplaudimos emocionadas. De ahí, como te decía antes, es cuando sentía que tenía que llamarse “Tribu”. Yo les dije que si se sentían seguras y cómodas podían desnudarse si no, no importaba. Y fue fluyendo y lo hicieron.
¿Qué significaba estar desnudas y qué es importante de sus cuerpos con tus pinturas?
No todas las chicas se desnudaron por completo. Yo sólo quería que se sintieran a gusto. Doce cuadros y doce chicas, que tenían los lienzos como amuletos. Hubo tal conexión entre todas, los cuadros, las pinturas y sus cuerpos que me conectó con el nombre, insisto porque es muy poderosa esa palabra. En realidad estaba abierta a cualquier cuerpo: masculino, femnenino, queer, no binario… pero concreté con las chicas que salen en la exposición. Una sinergia entre esa conexión femenina y mi idea inicial con mis pinturas. Yo no tenía pensado salir, pero las chicas, como una tribu, me dijeron que tenía que salir. Al terminar, estaba tan emocionada que casi lloraba de la fuerza y la energía que sentía.
¿Por qué finalmente sólo mujeres?
El cuerpo de la mujer siempre ha sido un tabú y ha estado sometido bajo bloques que no nos dejaban expresar al cien por cien nuestro ser. Siempre que si tienes mucho pecho, que si tienes estrías, que se te marcan los pezones, barriga, celulitis… y ahí dije que era el momento de mostrar diferentes cuerpos sin complejo y aceptarlos. Al principio había dudas por esos miedos pero una vez aquí, esos complejos se fueron y fluimos. Esa confianza se dio en ese momento y logramos mostrar muchos tipos de cuerpos.
Estás marcando y definiendo tu propia marca con el tipo de colores y formas que pintas…
Sí, porque refleja un poco como soy yo, un caos. Líneas no definidas, dispersas (risas). No en el mal sentido, creo que es una forma libre de hacerlo y que yo no sea la principal dueña de cómo finalice un cuadro es lo que más me gusta. Yo soy más una herramienta de la pintura y sólo depende de cómo la vierta, cogerá una forma u otra y nunca es igual. Eso me gusta un montón. Me aleja también del pensamiento del control. Forma parte de una relajación mental.
De las obras con la fusión de los cuerpos, pero la fotografía…
Después de hacer “Fusión” y organizar el encuentro con las chicas, me hacía falta la foto. Pero necesitaba a alguien que no tomara mi idea, sino que la hiciera suya también. Tres fotógrafas antes de Pao Color, que no acabamos de cerrar porque hacíamos cosas muy diferentes, muy entendibles. Tras una nota de voz super larga, Pao me contestó el día siguiente y me dijo que le encantaba la idea. Lo genial fue que tuvimos una gran conexión en la idea. Le dije que quería que ella también posara y así fue. Fue mi complemento e hizo suya también la idea. Pao también la completó uniendo su proyecto de tomar fotos a pezones y pechos. Y lo vi tan bien complementado que lo hicimos, porque formaba parte del mismo universo.
¿Cómo ha recibido la gente este proyecto?
Mucha gente lo ha visto y me han expresado todo aquello que yo sentí con las chicas. Me dicen que se ve reflejado en las pinturas y las fotos. La han recibido muy bien. Siempre debo señalar que la obra no es sólo mía, sino que la complementaron Pao o las chicas. Sin ninguna de ellas, quizás hubiese sido diferente. La gente dice que se ve la fuerza y la unión y eso me hace feliz.
¿Estás trabajando en alguna idea nueva?
Sí, está vinculada con el número 12, viniendo de las doce chicas de esta exposición. Pero hasta ahí puedo contar, aún hay que desarrollar y hasta ahora estamos presentando “Tribu”. Además, hay que ver cómo evoluciona esto de la pandemia.
Genial el artículo! además se le nota el cariño y la pasión que la artista pusó en el proyecto.
Ví la expo y están geniales tanto las fotografías de Pao como los cuadros de Daniela. <3
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