La 25 edición de la Mostra Internacional de Cinema Gai i Lesbià de Barcelona FIRE!! empezó con Lola, en el título original: Lola vers la mer. En ella, su joven director, Laurent Micheli, nos muestra la confrontación de una transexual con su padre tras la muerte de la madre. Lola es una mujer en el cuerpo de un hombre que, ya desde su niñez, quiere cambiarse el sexo, pero poco a poco iremos viendo que este no fue el único problema que su padre no llegó a asimilar desde un principio, la unión familiar brillaba por su ausencia y todo culminó con la muerte de su madre. A partir de ahí Lola intentará estructurar sus principios y honrar a su madre llevándose sus cenizas y tirándolas al mar. Es entonces cuando nos embarcamos en una road movie de Lola y su padre, con la cual ambos personajes chocarán como fuerzas de la naturaleza, pero se enriquecerán como vasos comunicantes al mismo tiempo.
La transexual Myla Bollaers encarna al joven personaje, mientras que Benoît Magimel (aquel de La pianista junto a Iasebelle Huppert, y no tan joven, ya) al padre. Destaca la interpretación de la primera que, con su hierática rabia y determinación, parece empujar ella sola la narración, el viaje, y el poder de todo aquel que esté en su situación. Hay momentos en los que el padre parece estar un tanto demasiado desorientado ante tal situación para su edad, vaya que tampoco es tan mayor para ser así de cerrado y cabezota, pero como buena road movie, , la cosa fluyendo a base de hacer kilómetros y escuchar canciones ochenteras. En general, vale la pena ver esta cinta belga para meterse en la piel de los transgéneros, una vez aprobada la Ley Trans en nuestro país.
