Posee una de las voces más conmovedoras aparecidas en las últimas décadas, una voz que marca una generación y que se ha proyectado internacionalmente. Es compositora, además de cantante, y habla el lenguaje de la música. Creció entre canciones populares ibéricas y latinoamericanas, y es va educar en el clásico y el jazz. Contagiada por el flamenco a través de una conexión que parece casi sobrenatural, canta de una manera que solo es suya, y cuando la escuchas, te remueve el alma. Su último disco Farsa (género impossible) es un proyecto que recoge su realidad compositiva actual a partir de trece canciones originales con letras propias y algún poema prestado. Un trabajo que responde a la inquietud de Sílvia Pérez Cruz en relación a la dualidad de lo que se muestra y lo que realmente somos. En este trabajo, que se convierte en formato concierto, intervienen disciplinas artísticas como el cine, la danza, la poesía o el teatro.
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