Lori Meyers pasó por el Guitar BCN 2022

Crónica por Adonai Canals

En la Sala Barts vuelve la música, vuelven los conciertos, sin sillas y de pie, como antes. Al menos para la gran mayoría de la sala, que podía estar en pista. Y la ocasión para celebrarlo era el Guitar BCN 2022, un ciclo de conciertos que se celebra en la ciudad condal y que cada vez cobra más importancia dentro del panorama musical. Carlos Sadness, Rodrigo Cuevas u Ojete Calor, son algunos de los variopintas artistas que tocan en estos conciertos.

¿El grupo seleccionado para esta ocasión? Lori Meyers, de los grandes del cine español, pero por méritos propios y no solo por nombre, como demostraron en este concierto. Seguramente las palabras se quedarán cortas al intentar transmitir la energía que desprenden este grupo “granaíno”, pero desde la magia que permiten estas líneas, vamos a intentarlo.

Pero no fueron los primeros en salir al escenario de la Barts. Primero pudimos disfrutar del aperitivo de Kora, que casi salió pidiendo permiso por tocar antes de los Lori, a quienes habían venido a ver todo el público que fue llenando la mítica sala. Esta afirmación se podía hacer echando un vistazo alrededor y reconocer el merchandising en forma de camisetas que llevaban los asistentes, fieles.

Sonidos folklóricos mezclados con electrónica, clásico y moderno a la vez, Kora inició su carta de presentación tocando una música que sonaba experimental y a la vez anclada a sus raíces. Estos experimentos musicales que se van dando en la nueva hornada de música indie en nuestro país bien merecen más de un aplaudo y más de un reconocimiento.

El grupo, compuesto por la vocalista y guitarrista, y su acompañante a los sintetizadores, te hipnotiza y su voz te mece como una cuna. Una voz que te podría recordar a una Alice Wonder en sus primeros años, pero con la frescura de lo que empieza. Tocan todo tipo de género, pero siempre desde dentro, se nota que les gusta y sienten lo que están tocando. La energía llega hasta el público.

Presentando “Fuera de lugar”, el primer y único álbum hasta el momento, esta joven compositora autodidacta demuestra que el talento, si se cuida y se trabaja, puede dar auténticas maravillas como los temas que van sonando.

Una vez finalizado este sorprendente prólogo, la transición hace esperar al grupo por el que veníamos. Pero entonces se apagan luces, ya sabemos lo que va a empezar: escuchar a Lori Meyers.

Instrumentos vacíos aparecen detrás de las cortinas de la sala Barts, mientras esperan a que sus dueños salgan a tomar posesión de ellos y empiece el espectáculo. Y finalmente el momento por el que tantas personas estaban allí esa noche, los Lori, salen a tocar.

Y lo primero que suena es el mantra «hay que disfrutar el presente», una declaración de intenciones en una de las líneas primeras que salen de la boca de Noni, el líder de la banda. A tomar como norma de vida, y eso hemos venido a hacer.

La presentación de su nuevo disco, “Espacios infinitos”, permitió no solo escuchar los temas de esta obra salida el año pasado, si no poder bailar de verdad en una pista de baile todos los grandes clásicos de la banda de Granada.

«Tan sólo con mirarte» bajo las luces de neón que dan título al siguiente tema, es lo que hacemos cuando vemos a estos chicos subidos al escenario. Segundo tema y segundo himno, y el público ya está bailando con ganas. Porque las había.

“Fatiga pandémica” es el siguiente tema que suena, y por suerte parece que ya se va acabando, pero si gracias a lo que vivimos por el maldito virus hemos podido escuchar temas como este, da incluso alegría que todo aquello haya quedado como una nostalgia de aquella época en la que no podíamos salir a la calle o a salas de conciertos y vivir noches como esta. La mítica voz de Noni cuenta su historia y su experiencia con aquella pandemia que, ojalá, quedé solo en letras de canciones.

Fondos y luces animadas ilustran el siguiente tema, y pandereta en mano Noni arranca con “En el espejo”. Y como dice la canción “Todo está en mi mente”, pero por suerte también delante nuestro, de nuestros ojos, viendo a los Lori tocando para nosotros.

Fondos psicodélicos nos intentan transportar a la mente de esta banda gracias a sus letras, les entendemos, sabemos que hablan de temas que al final tocan a toda la humanidad.

Y en “Planilandia” nos surge la claridad de que mejor plan que estar aquí, en la Barts, con ellos. Después de la fuerza de esta canción en la que el público lo da todo, se siguen sucediendo temazos como «Luciérnagas y mariposas» o “Tokio”.

«Si te quieres venir que sea porque no puedas más», nos cantan. Con lo que no podíamos más es con las ganas que teníamos de estos conciertos, de estos chicos.
Sí, nos queremos venir con vosotros, Lori Meyers. Y pareciendo que escuchaban al público, sueltan solos de guitarra de esos que te hacen temblar el esqueleto y todo lo interior para finalizar esta canción.

Toca hacer la reflexión de que, tras tantos años de música sobre los escenarios siguen sin perder su esencia, frescura y estilo, y eso es un mérito incuestionable que los fans presentes en la Sala Barts premian con todo su cariño.

Y porque al final “Siempre brilla el sol”, como grita todo el público al escuchar este himno del grupo, frase para tataurse en la piel, porque sí, al final siempre brilla el sol y no lo decidimos. Por eso es interesante darse cuenta que todo lo malo siempre termina pasando y las cosas buenas llegan, nada dura para siempre.

Se suceden momentos de los conciertos de siempre y con las ganas de siempre, pero en los nuevos tiempos con manos arriba, solos de guitarra y buena música.

En primeras filas y echando la vista atrás, uno solo puede entender que la música es aquello que encuentra en los ojos de los que miran alucinados como se suceden los temas, uno detrás de otro. Magia y efectos especiales,  eso es lo que crean Noni y sus chicos sobre el escenario.

Porque da igual el tema que toquen que, a los primeros acordes, el público ya sabe qué canción es y que tiene que darlo todo. En los momentos de corear a viva voz los temas la energía de todo la sala se siente.

“Hacerte volar” es el siguiente tema y es lo siguiente que consiguen que hagamos, gracias a toda la energía que Noni y sus chicos siguen dando desde el escenario. «Cualquier tiempo pasado es mejor» nos cantan, pero quiero aclarar que excepto si el presente es como esto, porque pasado y futuro ya no importan tanto.

Y entonces, al grito de «Barcelona», ya saben que se han ganado a la sala Barts, bailando todos como si nada más que la música importara, porque llega uno de sus himnos, o casi podría decirse El himno: “Emborracharme”. Y nos emborracharnos de Lori, de su música, de salas, de conciertos. De todas las cosas bonitas que tiene la música.

Llega entonces otro de los mejores momentos de la noche, con ya el concierto entrando en la recta final, pero cantando este tema, todos les seguimos ebrios de su música, coreando el estribillo de la canción, dejando a los Lori son voz.

Tras el parón de rigor, vuelve Noni pero esta vez acompañado solo de su pianista, solos en el escenario. Y ahí el cantante, sentado en el borde del escenario, mano a mano del público, se pone a cantar “Viento del norte” para terminar de cerrar aún más la conexión con el público, si es que aún se podía más.

Pero aún no cerraba el concierto, quedaba la traca final. Con “Barcelona forever”, dicho por ellos, tocan “Mis fantasmas”, canción lenta pero potente, y sí, es posible y ellos lo hacen de p*ta madre.

Música que vibra y que conecta con en público y por eso reúnen a gente de edades tan dispares, porque su música es atemporal, y cualquier generación que la escuché, seguro que si conecta con ellos, se enamora forever de los Lori.

Y al ver mover los pies a Noni sobre el escenario, es imposible no engancharse a su movimiento, se contagia, no te resistas. Porque entonces terminan rematando con “El tiempo pasará”, “Aha han vuelto” y “Mi realidad”, todo un trío de himnos que cierran con “Un penúltimo baile”, que esperemos que nos den muchos más.

Tras 21 canciones que han pasado en un suspiro y ha parecido un momento, “Alta fidelidad” da el broche de oro a una noche también dorada en la Sala Barts. Porque sí, los de Granada, los Lori, uno de los míticos del indie español, han demostrado una vez más en el escenario porque se han ganado la fidelidad del público con más de 24 años en activo, se dice pronto, y pronto es el tiempo que queremos volver a verles en conciertos, en salas y de pie. Gracias.

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