Desde hace ya varios años el danés Anders Trentemøller está apostando en sus últimos álbumes y directos por llenar la pista de baile con sonidos más orgánicos que empiezan a alejarse de la marcada música de club de sus inicios. Así, el pasado martes pudimos asistir en la sala Razzmatazz al concierto de presentación de su último álbum Memoria, lanzado hace apenas dos meses por In my Room, la discográfica del artista.
Acompañado por cuatro músicos específicamente seleccionados para este tour, todos ellos con distintas carreras musicales dentro de estilos como el post-punk, shoegaze y dream pop, el conjunto no podría haber sido mejor elegido para materializar en directo un trabajo que ha sido creado en solitario por el artista y acompañado por la etérea y enigmática voz de su compañera Lisbet Fritze, quien no ha participado en el tour europeo, y en su lugar hemos podido escuchar a la artista islandesa Dísa.
La noche empezó con Veil of White, seguida de una lista de temas de este último álbum, interpretados en orden que nos facilitó la inmersón en la historia que nos narra a través de este reciente LP y poco a poco crearon una atmósfera alejada de la electrónica sucia y viva de su trabajo como DJ, pero a la vez, con la misma energía, sonidos explosivos y envolventes que crean el mismo ambiente oscuro, especialmente cuando sonó Glow y la sala retumbó con bajos densos propios de una sesión de club.
Siguiendo con efectos de pedal, elemento que se ha vuelto imprescindible en el proceso creativo del artista, riffs de guitarra hipnóticos y melodías de sintetizador envolventes llegaron temas como In the gloaming y The Rise, atrapando al público presente en la sala que continuó bailando When the sun explodes, tema con una base electrónica muy marcada que, junto al juego de luces y la puesta en escena preparada por Leroy Bennet estimuló al público y nos llevo al clímax de la noche y ecuador del concierto. Seguidamente, el danés apostó por Dead or Alive, uno de los temas más crudos del disco donde podemos ver influencias de bandas postpunk como Joy Division. A Summer’s empty room vino perfecta después del apogeo provocado por los dos temas anteriores y devolvernos la calma para dejarnos con uno de los temas más animados, mágicos e inspiradores del disco, Like a Daydream y finalizar la presentación de este álbum con All too soon. Por último, Anders nos obsequió con dos temas de trabajos anteriores, cerrando la noche con Take me into your skin con un sample de Blue Monday de New Order. Por suerte y tras los aplausos del público, Anders y la banda regresaron para ofrecernos dos canciones más y poner fin a la noche de martes.
Con una puesta en escena cada vez más analógica, Anders Trentemoller nos ha demostrado que es posible unir la música de club con distintos elementos y estilos musicales muchas veces alejados, y también es posible hacerlo en un sólo disco y llevarlo a un directo que evoca todos los paisajes del álbum y recorre esas sensaciones de nostalgia y melancolía plasmadas en Memoria.