Hoy se estrena en cines ‘Hollyblood’

Crítica por Rafa Catalán

Hoy nos llega de la mano de Filmax esta comedia romántica que aunque parezca ―que lo es― una peli solo para adolescentes y para pasar el rato, seguro que será un rato de lo más entretenido. Del realizador de series como El Comisario o Todos los hombres sois iguales o Caronte, Jesús Font, nos llega la historia de Javi, el típico adolescente anodino enamorado de una bella joven, Sara, la cual no está por Javi, ella solo tiene ojos para la serie de vampiros Hollyblood, que lo esta petando en los libros y en el cine. Cuando él se decide a declararse, los hechos cambian el destino para hacer que Sara acabe creyendo que Javi es un vampiro de verdad. La cosa se complica cuando a esta farsa se le une la aparición de un chupasangres… ¡real!, venido de una maldición viejuna, a la cual se deberán enfrentar el recién creado grupo de amiguetes.

Con una estructura inicial que podría ser la de El tren del terror de 1980, con el que Jamie Lee Curtis se colaba en el género, un joven sufridor de bullying escolar será el portador de esa maldición, pasando al lado oscuro tras ser abusado, y renacerá como un vampiro al igual que les pasó a aquellos también ochenteros Jóvenes ocultos de Joel Schumacher de 1987. (No es spoiler, es la escena inicial). A partir de aquí, vemos que la propuesta es clara, el objetivo principal es el público joven con sus móviles en la mano y sus inquietudes en el móvil, que esas inquietudes no dejan de ser las de siempre: el deseo y las relaciones con su grupo, y que el género de los vampiros no para de funcionar perfectamente con sus pautas de siempre, ya sea en comedia o en pura autorreferencia, incluso por encima de los ahora denostados zombis. De hecho, si ya ha habido (y ahora me vais a dejar ser viejuno) quien ha dicho que hay pelis “vecinas”, o sea que aquella Le llaman Bodhi estaba en el mismo universo que lo estaba El gran Lebowski, Poltergueist compartía vecindario con E.T. El extraterrestre y Buscando a Susan desesperadamente sucedía en la misma Nueva York que la Jo, qué noche! pero de día, esta Hollyblood estaría puerta a puerta con la novela juvenil Ciudad de vampiros. El club da las sombras de Martín Piñol, hermanándose en su frescura adolescente y planes de lo más ochenteros. Todo ello, claro está, sin olvidar las clásicas bases de la comedia de siempre como fueron Howard Hawks (Óscar Casas simulando ser un vampiro real maquillado en plan Crepúsculo junto a su padre Jordi Sánchez está realmente bien) y otras muchas conversiones de personajes. Habrá quien la vea ―o no vea― bajo el prisma de ser una absurda comedia de mocosos vampiros, pero la verdad es que vale la pena dejarse llevar por este nuevo acierto de la productora Beatriz Bodegas donde vemos a esta Generación Z sonreír con orgullosos colmillos.

 

 

 

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