De Filmax nos llega un thriller inquietante en el que nada es lo que parece. Son los años setenta y Rosa y Emilio es un matrimonio que vive en una casa aislada en el campo con cinco hijas rodeadas y protegidas por cactus. Resulta de risa, ¿verdad? Pues lo cierto es que algo de realidad tiene esta metáfora tan orgánica y casi absurda. Lo veremos pronto con la llegada de alguien que, como nosotros, quiere saber qué se cuece en esa casa. No es que sea una casa famosa o de leyenda a la que van los turistas a hacer fotos, más bien todo lo contrario. Está aislada del mundo; tan solo están Rosa y Emilio (Ariadna Gil y Daniel Grao) y esas cinco niñas (con nombres de flor todas ellas, por cierto). Con la llegada de Rafa (Ricardo Gómez) parece que la inquietud llega al hogar de esa peculiar familia, pero tal vez no como ha sucedido en todo lo visto hasta ahora.
La casa entre los cactus es la adaptación de la novela homónima de Paul Pen, y en algunas secuencias, su directora, Carlota González-Adrio, muestra un ejemplar de Orgullo y prejuicio, como dejando caer que las niñas han tenido esa obra de Jane Austen como referencia, sugiriéndoles así una cierta entidad a la situación que viven. Si en aquella obra, toda la familia espera casar a las cinco hijas según las posibilidades de las leyes de la sociedad de la época, aquí las leyes son inversas: es la familia y no la sociedad quien ha decidido las reglas. Si recordamos cuentos macabros como Perros de paja o Funny games, daríamos pistas del color que quiere pintarnos Carlota González-Adrio, pero despistemos mejor citando otras referencias como El regalo, El bosque, e incluso el Canino de Yorgos Lanthimos. Ojo, no digamos más que al final se nos caerá algún spoiler (todo y que el póster del film, con esa frase sobre los rostros de cuatro de las hijas al estilo Parásitos, me parece que dice demasiado). Creo que de esta adaptación y opera prima de González-Adrio, todo y parecer a ratos como el boceto de alguna obra mayor (desde Midsommar hasta las ya citadas), lo mejor es su poderío narrativo: con poco, nos dice mucho, y enseguida nos lleva a aquel mundo sin tiempo ni patria donde la España de Carlos Saura y Víctor Erice de los setenta era la mejor parábola del ostracismo. Cuenta con la participación de RTVE, TV3, Orange TV y Ministerio de Cultura (ICAA), y estará presente en la 70ª edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.
