¿No os pasa que idealizáis momentos en vuestra cabeza? Eso hice cuando por primera vez –y hasta perder la cuenta- me vi el concierto de Macha y el Bloque Depresivo en el Théâtre de la Ville; imaginarme sentada en ese teatro, escuchando los boleros y las canciones que, a su vez, me habían partido el alma y arrancado una sonrisa.
Esas imágenes, el miércoles se correspondieron con la realidad y Aldo “Macha” Asenjo y El Bloque Depresivo me transportaron al escenario que había creado en incontables ocasiones en mi cabeza. El gurú de la cumbia abrazó a su yang con un cancionero plagado de nostalgia y desamor. La gran banda empezó con algunas de sus interpretaciones más valiosas; El gran tirano y El Oro de tu pelo.
Para los recién llegados, el concierto les regaló los más famosos boleros, valsecitos peruanos y otros éxitos lacrimógenos. Para los habituales en éste género, qué mejor que un grupo de grandes artistas se reúna para dar soporte, nuevos arreglos y un pequeñín cambio a estos temas que tantas veces han sonado. El Bloque Depresivo los hace de todos, los destierra del olvido, cantando y rememorando. Juntos pudimos corear Solo tú, Lo que un día fue no será o Regresa. Músicos entraban y músicos descansaban, y el final lo marcó Échame a mí la culpa. Aunque sabíamos que no podían marchar sin dejarnos un bis largo a ritmo de Los Continentales – una de las composiciones de la banda- y La nave del olvido.
Como colofón, siento que tenemos que agradecer por su trabajo a una agrupación que no ha necesitado promocionarse, grabar canciones o aparecer en redes para difundir su trabajo. Han necesitado amor; el amor a la canción tradicional y a la autenticidad. Así han llenado una sala a unos miles de kilómetros de sus ciudades natales con un cancionero alejado de nuestra ciudad, pero que habita en nuestro corazón.
Sara Martínez