Como si se tratara de su primera cita de amor, Ana Belén ha sido puntual al reencontrarse con sus fanáticos románticos, quienes a “Palau” lleno, esperaban la aparición de la artista. A las 21 horas en punto, entró en escena, vestida toda de rojo, irradiando una elegancia y una distinción, digna de una ídola de los boleros de todos los tiempos. De esta forma, dio el vamos a esta velada, que es parte del 21º festival Mil-Lenni.
La primera palabra la dio ella, abriendo el concierto con “VIDA”, canción insignia de su nuevo disco (Vida), estrenado en noviembre del 2018. Un público respetuoso y muy silencioso, que si bien, esperaban de entrada sus clásicos de siempre, tomaron de la mano a sus parejas, y se entregaron a este viaje, que prometía un recorrido por la carrera de la artista.

Como es de costumbre, nos encontramos con una Ana Belén, risueña y carismática, muchas veces al borde de la exageración. Pero, que de seguro, es lo que enamora a sus fieles. “Qué hacéis aquí, a horas de noche vieja”, fue la primera interacción que tuvo con su público. De ahí en adelante, se desencadenó una ola de conversaciones profundas en torno al amor y a la vida.
Sentada en una silla, a piernas cruzadas, y con un tenue foco de luz, ha querido hablar de su vida, de su infancia, de sus padres y de sus vecinos. Pero, algo más tenía guardado, y es que ha hecho una potente reflexión sobre los inmigrantes que cruzan el Mediterráneo, para buscar oportunidades en España. Sobre todo, a aquellos niños, que desde su inocencia, se ven sobre una barca, con sus madres y con un futuro incierto. De este modo, nos presentó una de sus nuevas canciones, “Cuentos para dormir”.
El encuentro no podía tener mejor lugar que “El Palau de la Música”. Un espacio que le otorgó a la Española, la posibilidad de desenvolverse íntimamente. Es que el Palau, te enamora; cada pieza de arte, cada vitral en su techo, hacen de este lugar un complemento perfecto para que estas baladas, emocionen, recuerden y enamoren. No fue difícil, observar a mí alrededor, como hombres y mujeres se dejaron llevar esta noche, llorando en las penumbras de la sala, como si las letras de las canciones, los remontaran a historias vividas.
¡Eres única!, ¡Guapa!, ¡Ídola!, entonaban cada tanto, aquellos que querían hacerse presente, y captar la mirada de esta romántica artista. Quien por dos horas entregó talento y reafirmó que está más viva que nunca. Con un grupo de seis músicos, a los cuales besó y abrazó, durante todo el concierto, demostró que sigue siendo una talentosa humilde y cercana.
“Esta es la historia de un sábado…” se comenzaba a sentir, de la mano de una potente armónica; que daba paso a uno de sus clásicos, “EL HOMBRE DEL PIANO”. Aplausos innatos, y fuertes voces que acompañaban a la artista. Es aquí, con esta canción; que nos demostró el talento que tiene en la interpretación, y que su paso por el cine; no es en vano. Es que cada vez que coreó sus letras, su cuerpo se estiró y se movió con un desplante escénico que nos dejó perplejos, como si viéramos a una chica poseída por el mismísimo “…Viejo perdedor”.

Sin duda, su gran deuda fue, “La puerta de Alcalá”, cada tanto, el público la pedía y la gritaba; a ver si en un gesto de amor navideño, la cantante les regalaba un trozo de esta, pero no fue así.
A las 23 hrs y con uno de sus clásicos “LA BANDA”; se comenzó a despedir de Barcelona, que por lo demás era su último show de su gira 2019. Un público de pies, coreo, aplaudió y agradeció el talento de aquel gran monstruo de las baladas españolas. “Amigos esta banda se fue”, fueron sus últimas palabras, antes de apagar las luces de aquel emblemático lugar.
-Por Fernando Moya M.-
Qué buena síntesis, me transporta a esa placentera noche oyendo a Ana Belén.
Buena Crónica. Cariños!!
Exelente ??????que no acabeee esta noche y esa luna de abril para entrar en el cielooo no es precisooo morirrrrr????
Es una idola! Excelente crónica! Es como vivir un poquito del concierto.
Maravillosa siempre gran columna a una idola de siempre!!!!!
Excelente Belén en el portal de Belén y del gran Fernando sepa Moya! Felicitaciones por el reportaje.
Me enamoré de la columna, felicidades
Excelente crónica, me hace sentir como si estuviera viéndola en vivo!!!!
Buenisima cronica .Me parecio estar ahi y disfrutarla en vivo. Idola.
Maravillosa columna, al leer me transporté en el tiempo y sobre todo imaginarme esas bellas canciones que están en el consciente colectivo.
Carlos, Santiago de Chile.