Cierto es que uno de los lazos que más unen a los españoles son las canciones de Estopa y, bajo esta máxima 25.000 personas llenaron el Parc del Fòrum el pasado sábado en Barcelona en el concierto más masivo y abierto de la banda en su tierra natal hasta la fecha.
Sólo necesitábamos una única palabra cantada por los hermanos Muñoz para hacernos revivir la infancia, adolescencia y adultez temprana a la multitud presente; Tu Calorro abrió el concierto y no se había podido escoger mejor tema para subirnos el espíritu y hacer que nos lanzáramos a cantar y a bailar los siguientes veintiocho que le seguirían sin parar. Asombrados por la rápida reacción del público en vernise arriba, siguieron con clásicos como Vino tinto, Tragicomedia y Vacaciones, poniendo una enésima vez más la banda sonora a nuestras vidas.
Con esta mezcla de rumba y rock, Estopa saben que tienen el cielo ganado y está claro que no hay mejor fórmula para el éxito que la que ellos han creado para mantenerse en las vidas de los españoles durante veinte años. No existen mejores pruebas de ello que los versos y acordes de La raja de tu falda coreados en el Fòrum de manera eufórica. Evidentemente, esta euforia se mantuvo en Penas con rumba y El del medio de Los Chichos, además de aprovechar para celebrar la clase obrera cantando Pastillas de freno junto a la icónica y desmantelada central térmica de Sant Adrià del Besòs.
Más que una gira dedicada a su último disco Fuego, del que apenas tocaron cuatro canciones, esta gira representa una celebración de veinte años dentro del mundo de la música, ofreciendo un espectáculo sin grandes pretensiones audiovisuales pero con todo lo necesario para conmovernos, y hacernos disfrutar de todos los temas más coreados pero transportándonos también a sus inicios, deshaciéndose de los músicos y contando solo con sus guitarras interpretaron Escúchame Princesa. La parte final y propina del concierto siguió con otros infalibles de su maqueta como Me falta el aliento, Tan solo y Cacho a cacho, y los hermanos Muñoz, ya como costumbre, cerraron la noche con la inigualable y esperada Como Camarón, agotando al público tras estos últimos minutos de show.
Estopa, definitivamente, se han ganado a pulso el convertirse con los años en uno de los referentes de de la música española de las últimas décadas. Han sabido permanecer en nuestro repertorio con su estilo propio y característico, nos han acompañado en la mayoría de los grandes momentos y saben, de manera automática, esbozar una sonrisa en nuestras caras y que el calor recorra nuestro cuerpo, menos mal que todavía estamos a tiempo para seguir disfrutando de estas emociones en directo. Si algo han podido demostrar las 25.000 personas asistentes es paciencia y estima a la banda por esperar dos años años de pandemia y únicamente devolver un diez por ciento de las entradas, hecho que el conjunto agrupación enormemente antes de cerrar la velada.