Siguiendo con la programación del Bcn Film Fest, a través de Karma Films y bajo la dirección de Arnaud Viard, este próximo 31 de julio nos llega Quisiera que alguien me esperara en algún lugar. Basada en la novela homónima de Anna Gavalda.
Sinopsis:
Aurora se prepara para celebrar su 70 cumpleaños acompañada por sus cuatro hijos, que se han reunido para la ocasión en su bonita casa familiar. Todos parecen disfrutar de una fecha tan señalada, pero en realidad sueñan con tener otra vida. Jean-Pierre, el mayor, ha adoptado el papel de jefe de familia desde la muerte del padre; Juliette espera su primer hijo a los 40 años y todavía aspira a ser escritora; Margaux es la más radical de la familia; y Mathieu, de 30 años, vive angustiado por seducir a la bella Sarah.
Este drama familiar te sorprende de la misma manera tanto con la comedia, como con la tragedia. Muestra la intensidad de las decisiones y por ende, las consecuencias que se plantean los personajes de este largometraje.
Me atrevería a decir casi al cien por cien que este film está dedicado a la vida misma, cuatro vidas que perfectamente nos pueden pertenecer a cualquiera de nosotros, lo que hace que te llegue directamente al corazón y que tengan su punto conmovedor.
Unas historias que no dejan de ser emocionantes, porque realmente lo que estamos viendo en la gran pantalla es el retrato de unas personas encerradas en un mundo que no es el suyo, quizás sí que sea el que han escogido en algún momento de su vida, pero al final, sienten que no les pertenece y de repente alguien o algo, provoca ese cambio.
Sin ser demasiado fan del cine francés, a mi parecer, es una película que no deberíamos perdernos.
Reparto: Jean-Paul Rouve, Alice Taglioni, Aurore Clément, Benjamin Lavernhe.
Lo mejor: La intensidad en la que trascurre la película y la variedad de impresiones.
Lo peor: Nada que decir.